El senador Manuel Añorve Baños presentó un Punto de Acuerdo para exhortar a las Secretarías de Hacienda, de Gobernación, de Bienestar; la Coordinación Nacional de Protección Civil y a las demás dependencias competentes, a brindar apoyo directo e inmediato al Puerto de Acapulco y los demás municipios del Estado de Guerrero que han sido afectados por el huracán Otis, garantizando pronto auxilio y apoyo a los damnificados por este fenómeno hidrometeorológico.
En el documento, el legislador guerrerense solicita se dé procesamiento legislativo de urgente y obvia resolución pues a unas horas de haber impactado Otis en el puerto de Acapulco, se han registrado serios daños en esa localidad y áreas circundantes, incluyendo cortes de energía, inundaciones, deslizamientos de tierra, y afectaciones estructurales graves.
Precisa que el paso de Otis ha dejado un rastro de destrucción, muchos vuelos hacia y desde el Aeropuerto Internacional General Juan N. Álvarez en Acapulco fueron cancelados, y hubo informes de daños mayores en muchos edificios y casas en todo el puerto de Acapulco, debido a los fuertes vientos de la tormenta.
Lo más preocupante, señala en su solicitud es que la situación de los afectados se agrava por la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) por parte del gobierno federal.
Este fondo, sostiene, fue fundamental para la reconstrucción y el apoyo a los damnificados. Sin embargo, hoy está ausente, dejando un vacío que podría traducirse en desamparo para miles de mexicanos.
Añadió que en diversas ocasiones ha reiterado la importancia de contar con un mecanismo de apoyo en casos de desastres naturales, “pero siempre hemos encontrado oídos sordos en la administración federal. Lo hemos dicho y lo repetimos, la eliminación del FONDEN podría significar dejar sin respaldo a aquellos que más lo necesitan en momentos críticos”, puntualizó.
Destacó la imperiosa necesidad reconocer la magnitud de las afectaciones causadas por eventos como el huracán Otis y la necesidad de contar con herramientas adecuadas para enfrentarlos. “No podemos permitir que decisiones políticas dejen en vulnerabilidad a nuestros ciudadanos. Por ello, es necesario exhortar a las autoridades competentes a que se garantice la pronta respuesta y apoyo a las comunidades afectadas por desastres naturales. Es nuestro deber moral y ético asegurar el bienestar y seguridad de todos los mexicanos”, concluyó.